miércoles, 10 de junio de 2015

Ryanair por pérdidas millonarias, descubre la rentabilidad de ser amable

La aerolínea irlandesa, tras años maltratando a sus clientes, ha cambiado radicalmente su operativa. El resultado es un alza del 66% en sus resultados y la llegada de familias y pasajeros de negocios a sus asientos. Éstos son los principales cambios que han obrado el milagro

Dos maletas: Ahora, cada pasajero puede entrar en el avión con una maleta y un segundo bulto, como una mochila pequeña o un bolso de mano.



Precios menos abusivos: Si un pasajero olvida imprimir la tarjeta de embarque y ha realizado el checking online, se le cobrarán 15 euros en el aeropuerto (frente a 60 antes). También baja de 60 a 30 euros el precio por cada maleta grande facturada.

Asignación de asiento: El pasajero sabe de antemano qué asiento le corresponde. Si paga 15 euros más puede elegir la primera fila, lo que resulta muy útil para el viajero de negocios.

Web mejorada: Casi no hay trampas (aunque todavía hay que rebuscar para quitar el seguro de viaje). La compañía ha anunciado que prepara mejoras para hacerla más intuitiva y rápida.

Aeropuertos principales: Ryanair tiene más frecuencias y empieza a volar a grandes aeropuertos. Estas medidas atraen al viajero de negocios.

24 horas de gracia: El pasajero puede corregir errores en el nombre o fecha de nacimiento hasta 24 horas antes del vuelo. Antes, enmendar estas erratas costaba más de 100 euros.

Twitter: La compañía responde a las dudas de sus clientes a través de Twitter y acepta sugerencias en la web.

Causa mayor: Tras sonados escándalos, Ryanair se compromete a devolver el importe del viaje en caso de fallecimiento de familiares o enfermedad del pasajero. Antes no lo hacía.

Se acabaron las trompetas: El vuelo es más agradable tras quitar parte de los anuncios y las trompetas al aterrizar. Mis hijos siguen preguntando por ellas: son los únicos que las echan de menos.

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