miércoles, 4 de febrero de 2015

AL IRSE A DORMIR APAGUE EL MOVIL O DEJELO FUERA DE LA HABITACION

¿Has apagado alguna vez el móvil antes de acostarte? ¿Has procurado dejarlo fuera de la habitación al irte a dormir? ¿Te llevaste la tablet a la cama pensando que así te relajarías? Puede que estos dispositivos estén perjudicando nuestros hábitos de sueño más de lo que creemos. Jesús Escribá, médico neurofisiólogo y director del Instituto de Medicina del Sueño no duda en considerar el insomnio tecnológico como «una de las nuevas patologías del siglo XXI».

¿Pero cuál es concretamente el problema del uso de las nuevas tecnologías en nuestra habitación? Si bien no se reduce a una cuestión, puede que la clave se resuma en dos palabras: la pantalla. «La potente y cercana luminiscencia de la pantalla de estos dispositivos son un estímulo muy contraproducente para nuestro sueño, ya que, sobre todo, interrumpen y alteran la secreción de melatonina, hormona natural interna inductora del sueño, que se sintetiza cuando hay oscuridad», advierte Escribá.


De hecho, un estudio reciente publicado en PNAS, advertía de que los dispositivos que emiten luz para la lectura, la comunicación y el entretenimiento y que usamos antes de irnos a dormir no solo reducen la melatonina sino que también prolongan el tiempo que tardamos para dormir, retrasan nuestro reloj circadiano, reducen la cantidad y retrasan el sueño REM, reducen también el estado de alerta al despertar y lo aumentan por la noche, lo que conduce a que retrasemos la hora del sueño.

Estos dispositivos, advierte el estudio, tienen efectos biológicos que pueden perpetuar las deficiencias en el sueño e interrumpir los ritmos circadianos pudiendo tener efectos negativos en nuestra actividades y nuestra salud.

Lo preocupante es son cada vez menos quienes están exentos de padecer estos problemas. Una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño asegura que cuatro de cada diez estadounidenses llevan sus móviles a la habitación cuando van a acostarse. La encuesta señala que los menores de 30 años tienen mayor costumbre de hacerlo que el resto de grupos (lo hace un 72% de entre 13 y 18 años y un 67% de entre 19 y 29 años).

Especialmente, el chat es una de las actividades más frecuentes una hora antes de ir a dormir (un 21% lo hace todas las noches o casi todas), y también suele darse con mayor incidencia entre los menores de 30 (lo hace el 56% de ente 13 y 18 años y un 42% de entre 19 y 29 años).

España, líder en «smartphones»
En el caso de los españoles, de acuerdo con el director del Instituto de Medicina del Sueño nuestro país lidera el ranking de «smartphones» y de consumo de psicofármacos en Europa. Aplicaciones como el «WhatsApp» y fármacos como el «Orfidal» están cada vez más presentes en nuestra rutina al acostarnos por la noche. Los trastornos del sueño se han convertido en la patología médica más frecuente en la sociedad actual, multiplicando hasta 20 veces su incidencia en los últimos años, señala el experto.

Los datos de la decimoquinta edición del informe «La Sociedad de la Información en España», correspondiente a 2014, también aseguran que en España es el líder europeo en penetración de «smartphones» (nada menos que el 81% de los teléfonos móviles en España son smartphones, siendo el país con mayor penetraciónde este tipo de terminales de la UE-5) y si bien el informe no alude al momento de uso, sí se asegura que es el móvil es el dispositivo preferido para acceder a internet y que la conexión de los usuarios ha aumentado. En España, 26,25 millones de españoles acceden regularmente a internet, 1,45 millones más que en 2013. Además, el último indicador que muestra el crecimiento del uso de internet en España es de los usuarios intensivos (usuarios que acceden diariamente a Internet). En valores absolutos los usuarios intensivos de Internet han pasado de los 18,6 millones en 2013 a 20,6 millones en 2014, 2 millones más.

Para evitar estos problemas, Escribá recomienda desconectar todo una hora antes de acostarnos y mantener los móviles y portátiles apagados y fuera de la habitación durante nuestro sueño. De hecho, la solución para dormir bien no siempre es farmacológica y muchas veces una terapia medico-psicológica personalizada y especializada es la clave para resolver un trastorno de sueño.

Otro estudio sobre este asunto del Instituto Politécnico Rensselaer aludía que la melatonina se reduce en un 23% con dos horas de exposición a los dispositivos. La investigadora principal del estudio, Mariana Figueiro recomendaba a los fabricantes la creación de dispositivos más «amigables» con nuestro reloj circadiano.

«Cuando el insomnio deja de ser puntual para convertirse en habitual conviene acudir a un especialista. Sin embargo, muchos pacientes prefieren tomar la “pastilla para dormir”, sin saber que, más allá del primer mes, se desaconseja su uso pues pierde eficacia, crea dependencia , enmascara el trastorno de sueño y, a largo plazo, incrementa el riesgo de muerte” afirma Escribá.
Fuente; ABC tecnología

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